CON CARGAR LA SUERTE, EL DISCO QUE EN PRIMAVERA LO TRAERÁ DE NUEVO AL PAÍS, EL MÚSICO VOLVIÓ A LO QUE MEJOR SABE HACER: COMPONER GRANDES CANCIONES. AQUÍ, UN BREVE RECORRIDO POR LA VIDA Y LA MÚSICA DE UNO DE LOS ÍCONOS DEL ROCK ARGENTINO DE TODOS LOS TIEMPOS.
El muchacho venía de una familia ilustrada. Hijo del abogado e intelectual Eduardo Calamaro y de la médica Esther Massel, se asomó temprano a la música aunque los deseos de su padre fueran para otro lado (lo imaginaba ingeniero de sonido). En una casa donde se escuchaban Gardel, Yupanqui y Los Beatles pero también folclore de proyección y rock argentino, Andrés siguió su instinto, se dedicó a la música y lo hizo con enfoque y determinación. Una que antes de abandonar Los Abuelos de la Nada lo llevó a editar su primer disco solista, Hotel Calamaro (1984). Luego vendrían Vida cruel (1985), Por mirarte (1988) y Nadie sale vivo de aquí (1999), solidificando una carrera de autor e intérprete que continuaría en España a partir de 1990, como parte fundamental de Los Rodríguez. Su relación con el país peninsular, que hoy continúa, marcaría las señas de identidad de sus nuevas canciones, plasmadas en los tres álbumes que editó con la banda: cruce de géneros, modismos españoles en el lenguaje, crudeza en la descripción de los sentimientos, un espíritu de flaneur y de cronista urbano sobrevolando textos a veces verborrágicos, a veces sintéticos. En el trío de álbumes citados al principio de la nota, ya en su segunda etapa como solista, esos elementos se conjugarían aun a riesgo de caer en el exceso. Al fin y al cabo Calamaro ya era Calamaro, a todo o nada.
Hoy encara, por fin, la presentación en sociedad de Cargar la suerte, el álbum que lo ha devuelto a los primeros planos. Aparecido a principios de noviembre de 2018, el disco fue un éxito de crítica y público. “Grabamos en cuatro días pero con músicos extraordinarios. Cada uno en su papel, con intensidad y expresión humana”, declaró quien enfrenta esta nueva serie de conciertos (la gira arranca en España este mes y en primavera lo traerá a la Argentina) con la certeza de que siempre hay un público que lo espera, ávido de formar parte de ese karaoke gigante que se produce en sus actuaciones. En su enjambre creativo actual también conviven la revista digital Nervio, que dirige, un libro de fotos, el postergado proyecto de un guion para cine y “tres o cuatro discos”. El hombre no para. Aunque lo acecha más la metafísica que la cronología. Lo admite de manera poética: “Tiempo tenemos, necesitamos vidas”.
LO NUEVO
CARGAR LA SUERTE (UNIVERSAL MUSIC) ES UN DIGNO REGRESO A LAS GRANDES LIGAS. UNA DOCENA DE TEMAS QUE VAN DEL ROCK MID TEMPO A LA BALADA RAPEADA, PASANDO POR ROCKAZOS Y LA CLÁSICA CANCIÓN CONFESIONAL CALAMARIANA.