Es la mente detrás de Wilderness Patagonia, una agencia de turismo sustentable ubicada en el corazón de Bariloche. Bajo el concepto de “lujo simple”, diseña experiencias inmersivas en contacto con la naturaleza, y a la medida de los viajeros.
Por Silvina Baldino.
Carlos Pelli trabaja en el sector de turismo hace nada menos que 28 años. Pero en 2013 decidió cerrar su oficina en Buenos Aires para abrir su propia agencia en San Carlos de Bariloche: Wilderness Patagonia, una de las primeras empresas de turismo argentinas que obtuvo la Certificación B y que logró compensar la huella de carbono en los últimos 10 años.
Bajo el concepto de lujo simple y con un espíritu de exploración y descubrimiento, Wilderness se ocupa de diseñar experiencias turísticas inmersivas en pleno contacto con la naturaleza. “Por ejemplo, ofrecemos programas como el ‘Deep Patagonia’, un recorrido por la Ruta 40 desde Bariloche hasta El Calafate, con noches en refugios en medio de la naturaleza. También tenemos la experiencia ‘Piedras Blancas’, un tesoro en el lago al que sólo se accede navegando. Y, por supuesto, actividades para la aventura: kayak, senderismo en los bosques, pernocte en domos. Todo lo diseñamos a la medida de nuestros clientes”, cuenta sobre el proyecto, que tiene el propósito principal de fomentar el sostenimiento y el cuidado de la Patagonia.
-¿Me contás de qué se trata el concepto de “lujo simple”?
-Tiene que ver con reducir el lujo a la mínima expresión: llegar a un lugar remoto y encontrarte con una mesa servida, descorchar un vino en la inconmensurable estepa patagónica, o disfrutar de una clase de yoga en un bosque húmedo en completa armonía con el entorno. Nosotros entendemos el lujo como una experiencia singular dentro de un viaje diseñado a medida.
-¿Cómo fue que tomaste la decisión de emprender en la Patagonia?
-Yo estudié Administración en la UBA y después Marketing en España, así que, cuando volví al país, puse el foco en crear viajes inmersivos, los famosos wilderness safaris. Necesitaba un cambio de escenario, por eso, decidimos en familia reinstalarnos fuera de Buenos Aires y nos mudamos a Bariloche, donde me recibí de técnico superior en Turismo. Hoy te puedo decir que la Patagonia reúne todo lo que un aventurero busca.
–Wilderness Patagonia es la tercera empresa de viajes y turismo certificada B en la Argentina. ¿Cómo ves este avance?
-Sí, la primera fue Boomerang Viajes, en Buenos Aires, y la siguiente fue Volterra, concesionaria del Parque Nacional Talampaya en la Rioja; nosotros fuimos la primera de la Patagonia. Para muchas personas, las buenas prácticas sólo son enunciados en un cartel en la entrada de la oficina, pero, para otros, es la forma de vivir el día a día. Nosotros creemos en las iniciativas claras, con seguimiento y evaluación de resultados, no creemos en el marketing verde.
-¿Cuáles son los preceptos básicos en el compromiso real de la sostenibilidad?
–Arrancar por casa, siempre. Podemos coexistir las empresas de triple impacto y las que no aplican preceptos, pero el que define el partido es el consumidor, con un rol cada vez más consciente. El consumidor es quien decide qué compra, cómo lo compra y la forma en que accede a los productos o servicios que requiere. Saber que sos parte de un sistema es clave para entender cómo impactar en la sostenibilidad. Así como nosotros elegimos un tipo de combustible para los vehículos, porque es un insumo esencial para nuestra operación, es el consumidor frente a la góndola del mercado quien elige o no llevarse un bidón plástico de tres litros de jugo de naranja, o separar y clasificar los residuos. Somos un sistema interdependiente, y así debemos entendernos.
-Por último, ¿cómo te llevás con el emprendedurismo?
-Emprender es como planear el ascenso a una montaña: requiere foco, planificación, recursos, paciencia y resiliencia. La cumbre puede ser la meta, pero volver a casa es el objetivo primordial. La Argentina, y Sudamérica toda, sigue siendo una gran usina de emprendimientos.
FEBRERO 2023