Las cascadas irrumpen en la llanura bonaerense, le otorgan dinamismo a la calma de la planicie y también sorprenden con sus colores entre las sierras. Geografías que invitan a vivir la aventura de campear las aguas o simplemente disfrutar de la belleza natural durante todo el año.
Aguas templadas y pista de slalom
A doce kilómetros de la ciudad de Necochea se encuentra el paraje Las Cascadas, un balneario de aguas templadas ubicado sobre el Río Quequén, que nace en el macizo de Tandilia, partido de Benito Juárez.
En este parque se concentran piletones, pequeños saltos y cascadas que en algunos puntos llegan a superar el metro de altura, rodeados de una abundante y colorida vegetación.
Para quienes aman el vértigo, en este tramo del río donde tiene un caudal permanente durante las cuatro estaciones, resulta ideal la pista de slalom. “Es la única pista de aguas bravas de la provincia de Buenos Aires y la que posee mayor regularidad del país”, explicaron desde el municipio. También es perfecta para la práctica de kayak, canotaje, rafting o remo.
El lugar cuenta con fogones, proveeduría, sanitarios, un santuario dedicado a Ceferino Namuncurá, un Vía Crucis y una estación de piscicultura con acuario para descubrir diferentes especies autóctonas, ornamentales y de agua salada, y visitar las peceras al aire libre.
La pesca de pejerreyes, lisas, truchas, dientudos y bagres es habitual en el paisaje bucólico de la zona.
El Paseo de la Ribera es otro imperdible de Necochea. El camino que bordea el Río Quequén acompaña el zigzagueo de las aguas y en el trayecto se observan centros recreativos que alternan con viviendas particulares y una imponente arboleda entre espacios de descanso y miradores.
Entre sierras y piletones
En la Comarca Sierras de la Ventana, existen dos propuestas para disfrutar de saltos de agua: la Reserva Natural Sierras Grandes y la Olla del Napostá en la estancia Funke.
“Es importante destacar que el caudal de las cascadas no es permanente durante los doce meses del año ya que dependerá del nivel de lluvias en la región”, señalaron desde el área de turismo local.
Cerros que sobrepasan los mil metros de altura y siete circuitos guiados de los cuales cuatro tienen cascadas y piletones se pueden vivenciar en la imponente Reserva Natural Sierras Grandes.
La excursión a la Cascada Escondida es una caminata de esfuerzo medio con tres horas de duración por el borde de un arroyo y a través de un ascenso suave se arriba a una cascada con piletas naturales de distintas profundidades.
El circuito Paredes Rosa es un trayecto de esfuerzo medio durante cuatro horas por la costa del arroyo San Bernardo para luego internarse en un cañadón enmarcado por inmensos paredones donde surgen piletas naturales.
Por el Piletón Grande y el recinto Piedras, el paseo de dos horas a la vera de un arroyo llega a una pileta natural de cincuenta metros de largo con una profundidad de catorce metros.
Otro de los itinerarios es la Cascada Grande: una caminata de alta dificultad extendida durante ocho horas. Los visitantes se podrán sumergir en el cañadón del arroyo San Bernardo hasta llegar a sus nacientes para disfrutar de una caída de agua de seis metros de altura y de un piletón con cuatro metros de profundidad.
Por otra parte, la Olla del Napostá es un piletón natural ubicado en el corazón de las sierras, donde se origina el arroyo homónimo. Para acceder al circuito de trekking se requiere el ingreso a través de la estancia Funke ubicada a dieciséis kilómetros de la ciudad de Tornquist.
Durante el recorrido, que sigue aguas arriba el cauce del arroyo Napostá, se observan pequeñas piletas de agua, aleros, cuevas y la flora y fauna autóctonas que habitan en la serranía de Ventania.
La actividad implica un esfuerzo físico moderado de cinco horas entre ida y vuelta, con la contratación previa de un servicio guiado o de manera autoguiada. En esta última opción, las personas deberán bordear el arroyo sin perder de vista las apachetas que indican los cruces y el rumbo del camino.
El más alto de la Provincia
La cascada Cifuentes, ubicada a 45 kilómetros de la ciudad de Tres Arroyos es el salto más alto del territorio bonaerenses: mide entre cinco y siete metros y posee una gran cueva a la que se accede cruzando la cortina de agua.
Atravesada por el Río Quequén Salado, ofrece una gran riqueza ictícola y la posibilidad de realizar diferentes deportes acuáticos. Por la belleza del entorno natural, los cisnes de cuello negro, los patos, las gallaretas y los loros completan la postal del lugar con diversidad de formas y colores.
Si bien la cascada se puede visitar durante todo el año, la mejor época para hacerlo es durante la primavera.
Necochea, Tornquist y Tres Arroyos exponen la variedad de la riqueza natural de la provincia de Buenos Aires que no deja de maravillar y de motivar las ganas de viajar por los distintos paisajes.
- SEGUÍ LEYENDO: Las SIERRAS bonaerenses tienen TODO y están muy CERCA: un plan para DISFRUTARLAS a fondo
- SEGUÍ LEYENDO: Qué hacer durante las VACACIONES de INVIERNO en TANDIL: un CLÁSICO que siempre SORPRENDE
- SEGUÍ LEYENDO: Ciervos, búfalos y llamas: así es el paraíso de animales silvestres en las sierras bonaerenses