Un escenario surrealista emplazado en el corazón de Mendoza.
Su nombre proviene de la lengua Mapuche y significa Gran Corral de piedra. Están ubicadas a 100 kilómetros de la ciudad de Malargüe y es considerado uno de los sitios más fascinantes de la provincia, ya que pertenece a una de las zonas de mayor riqueza natural del país.
Este paraíso se puede visitar en el Parador Turístico Poti Malal. Para llegar, el punto de partida es Malargüe. Desde allí se circula por la Ruta Nacional 40 en dirección sur y se llega a la localidad de Bardas Blancas, donde se toma el desvío en dirección a la Ruta Nacional 145 hasta el puesto de Gendarmería Nacional. Luego se retoma un camino de ripio y finalmente, tras recorrer 12 kilómetros, se arriba a destino.
Allí, al menos once cavernas se colocan en medio de un paisaje cordillerano que se extiende sobre más de 25 kilómetros de largo, con tramos en los que el agua de color turquesa intenso se mezcla y forma lagos subterráneos de increible belleza. Además de su atractivo particular, en su interior se guardan datos del pasado de la Tierra.
Estos tesoros están siendo estudiados y preservados con mucho cuidado, no solo por su llamativa hermosura, sino también por los misterios que guarda. Por ello, la Federación Argentina de Espeleología, ha solicitado que el valle sea declarado como Área Protegida de Mendoza.