Continente blanco – Rutas Argentinas

Foto: larutanatual.gob.ar

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Este camino comienza en Tierra del Fuego y recorre los confines inexplorados del Planeta.


Viajar a la Antártida es una verdadera aventura que comienza al abordar alguno de los cruceros que zarpan rumbo a este mundo blanco. Partiendo de Ushuaia hay distintos recorridos que te invitan a descubrir paisajes increíbles, ver fauna marina, visitar estaciones científicas y hacer actividades como caminatas y kayak por mares helados.

Islas Shetland del Sur – Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur

Las islas Shetland son un archipiélago de origen volcánico ubicado a 800 km de Ushuaia y 120 km de la Península Antártica, entre el pasaje de Drake y el estrecho de Bransfield. Consta de 11 islas grandes y varias más pequeñas, de paisaje montañoso y cubiertas en gran parte por hielo. 

En la excursión se conoce la Isla Decepción, que más que una isla es la caldera de un volcán con forma de herradura que se encuentra aún activo y con actividad geotermal. Es, además, uno de los puntos más turísticos de la Antártida. Como consecuencia de la actividad geotermal es posible darse un baño en los piletones de agua caliente que se pueden formar en la playa.

A estos inolvidables paisajes se le suman las playas de arena negra, una escasa pero interesante flora, varias especies de aves marinas que se reproducen en la isla y -en Baily Head- la mayor colonia de pingüinos barbijo. 

También, entre las islas Nevada (Snow) y Greenwich, 20 km al sur de la isla Decepción, se encuentra la Isla Livingston. Es la segunda en superficie de las Shetland del Sur. Sus costas se ven altas e inaccesibles. Se suelen ver pingüinos papúa, barbijo y el pingüino macaroni, que se distingue por su penacho anaranjado.

Por último, la Isla Aitcho, ubicada entre las islas Greenwich y Robert, invita a observar colonias de pingüinos barbijo y papúa, la foca de Weddell y variedad de aves, como los petreles.

Foto: larutanatual.gob.ar

Pasaje Drake – Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur

Para llegar a la Península Antártica, todos los barcos deben atravesar el pasaje de Drake, al sur del Cabo de Hornos, donde se unen las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico. Es considerado uno de los mares más desafiantes del mundo y escenario de numerosos naufragios en la historia. 

El cruce suele demorar 48 horas y es una de las grandes experiencias de viajar a la Antártida. Aunque en ocasiones son travesías tranquilas, el clima es impredecible y el oleaje suele ser fuerte, pudiendo generar malestar en algunos pasajeros, sobre todo los primeros días. Pero no hay de qué preocuparse, todos los barcos ofrecen servicio médico para asistir en estos casos. 

Durante el cruce también se atraviesa la Convergencia Antártica -el límite biológico donde comienzan formalmente las aguas antárticas- y se puede avistar una gran variedad de aves marinas, como albatros o petreles, delfines y varias especies de ballenas. 

Foto: Cinco Noticias

Península Antártica – Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur

Con canales, icebergs, islas y picos completamente nevados, esta lengua antártica es hogar de aves marinas, focas, pingüinos y ballenas.  

Durante el viaje se recorren:

Canal Le Maire: Mide 11 kilómetros de largo y se despliega entre la isla Booth y la Península Antártica. Aunque a veces los témpanos impiden el acceso, las vistas y escenarios naturales que se recorren son de una belleza imponente.

Bahía Paraíso y Puerto Neko: Se suele decir que Bahía Paraíso (donde se encuentra la base argentina Almirante Brown) es uno de los lugares más lindos de la Antártida, rodeado de montañas, glaciares, témpanos gigantes, y donde se hace un desembarco para ver pingüinos y cormoranes.

Puerto Lockroy: Está en el islote Goudier y su principal atractivo es el Museo Antártico, ubicado en la casa de Bransfield, parte de una base construida por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Abrió en 1996, está gestionado por la UK Antarctic Heritage Trust, y entre los objetos que exhibe hay esquís de madera, un radiotransmisor clandestino de 1944 y un gramófono. Tiene su propia tienda de recuerdos y regalos. 

Isla Danco: Es una pequeña isla, de poco más de 1,5 km de largo, en el canal de Errera de la Península Antártica, donde ven pingüinos papúa y algunos cruceros desembarcan para hacer caminatas -suelen ser sobre la nieve y con raquetas- a miradores con extraordinarias vistas.

Bahía de Charlotte e Isla Cuverville: La bahía de Charlotte ofrece un paisaje de icebergs flotantes, mientras la isla Cuverville -de 250 metros de altitud- cuenta con una de las colonias de pingüinos gentú o papúa más grandes sobre el hielo. 

Islas Petermann, Pleneau e Islas Argentinas: Petermann está al sur de la isla Booth y su atractivo radica en que para muchos cruceristas es la única oportunidad de ver los pequeños pingüinos de Adelia. Además, hay pingüinos gentoo y cormoranes de ojos azules. En la bahía donde se suele desembarcar se pueden ver ballenas jorobadas y focas leopardo.

La isla Pleneau ofrece un paisaje rocoso cubierto por nieve y hielo, playas de piedras, pingüinos papúa, cormoranes de ojos azules, focas de Weddell y elefantes marinos. Se pueden hacer caminatas que trepan hasta puntos desde los que se puede observar la isla Booth y la entrada sur del canal Lemaire. 

Mientras que las Islas Argentinas es otro conjunto de islas llenas de enormes témpanos anclados por las bajas profundidades, con paisajes hermosos.

Foto: larutanatual.gob.ar