El mundo estaba y Facundo Cabral lo caminó a lo largo y a lo ancho, porque como él decía “Yo soy un ciudadano del mundo”.
Es que tenía razón, el planeta tierra es la casa de todos los seres humanos. Los límites geográficos, delimitan –valga la redundancia- distintos países, pero las fronteras son diseñadas por la mano y la mente del hombre. La tierra, en su vasta extensión, es un solo territorio habitado por distintos pueblos, comunidades y grupos y el respeto, es la base de esa convivencia.
En Argentina, en el año 2007, se declaró el 24 de abril como el día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos en conmemoración del genocidio del que fue víctima el pueblo armenio en 1915.
Crímenes de Lesa Humanidad contra pueblo armenio
Los armenios fueron obligados a salir de sus hogares hacia el desierto y sin posibilidad de regresar. La orden gubernamental del Imperio otomano, consistía en la deportación de toda la comunidad armenia quienes, para ese momento, no contaban con recursos para sobrevivir.
Fueron obligados a caminar grandes distancias atravesando desiertos, por lo que la mayoría de las personas murieron de sed y de mengua y los sobrevivientes fueron reducidos a torturas, maltratos y encarcelados en campos de concentración y muchos ejecutados.
Desde los entes gubernamentales, las universidades y diferentes casas de estudios se organizan jornadas dedicadas a la explicación y estudios de los derechos humanos fundamentales en la sociedad, estas jornadas son de reflexión y divulgación y están dirigidas no sólo a las poblaciones afectadas sino a los distintos miembros de la comunidad para que los hechos persistan en la memoria colectiva con el fin de que no vuelvan a repetirse.