En el corazón de la Cordillera – Rutas Argentinas

Foto: larutanatural.gob.ar

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La ruta de los Altos Andes invita a adentrarse y descubrir la fuerza de la alta montaña.


Del Aconcagua a los Seismiles y de Laguna Brava a parques nacionales poco conocidos, estos caminos atraen a escaladores y amantes del trekking de altura y ofrece experiencias de senderismo, cabalgatas, safaris fotográficos y deportes de invierno.

Reserva Provincial Laguna Brava – La Rioja

A más de 3 mil metros de altura y por un camino que abre paso en un paisaje espectacular y colorido, la Reserva Provincial Laguna Brava está rodeada por algunos de los picos más altos de la Argentina, protege varias lagunas de altura y es una oportunidad única para descubrir la magia de los Altos Andes.

El paisaje agreste se completa con algunos atractivos como la fortaleza incaica de cerro El Toro (a 36 km de Villa Castelli), la Quebrada del Yeso (entre Villa Castelli y Vinchina), la Quebrada de La Troya (entre Vinchina y Bajo Jagüé) y el refugio “El Peñón”. 

Además, a 75 km se encuentra el gigantesco cráter Corona del Inca (a 5430 msnm), al cual solo se puede acceder en excursión con agencias habilitadas y con vehículos doble tracción. Está rodeado por el monte Pissis (6795 msnm), los cerros Bonete Chico (6759 msnm), Bonete Grande (5943 msnm) y “Nevado” Veladero (6.436 msnm), todos volcanes inactivos.

Foto: larutanatural.gob.ar

Parque Provincial Aconcagua – Mendoza

Con casi 7 mil msnm, el cerro Aconcagua, dentro del Parque Provincial Aconcagua, es la cumbre más alta del continente americano. Atrae a escaladores, montañistas, amantes del senderismo y a viajeros que se acercan a disfrutar su inmensidad. También se lo puede contemplar desde miradores y senderos aptos para todo público. Cerca de allí se pueden conocer dos grandes atractivos más: el Puente del Inca y el famoso mirador del Cristo Redentor.

Además de glaciares, ríos y vegas, el parque protege vestigios arqueológicos: el  Aconcagua era un sitio ceremonial de los incas y forma parte del “Qhapaq Ñan” o Camino del Inca, Patrimonio de la Humanidad. Está disponible durante todo el año y ofrece senderos autoguiados, rutas de trekking y puntos panorámicos para disfrutar la montaña. 

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Parque Nacional San Guillermo – San Juan

El Parque Nacional San Guillermo es uno de los parques menos visitados del país: es agreste y salvaje, de difícil acceso, perfecto para los amantes de la aventura. Un espectáculo de paisajes inmensos y extremos, con abruptas quebradas y vastos desiertos entre la cordillera y la precordillera.

El solo hecho de llegar al parque es una travesía. En la localidad de Rodeo se encuentra la intendencia y ahí se debe hacer el registro. Luego de 5 horas de viaje por caminos sinuosos, en estado regular y por momentos malos, solo transitables con vehículos 4×4, se llega a destino. Es obligatorio ingresar con la compañía de un guía habilitado y presentar un certificado médico. Por cuestiones de seguridad y altitud, la visita se realiza casi en su totalidad en vehículo.

En el recinto hay dos circuitos: 

Punto Panorámico: saliendo hacia el norte del refugio Agua del Godo, se llega a un mirador situado a 3760 msnm. Se ve el imponente cerro Imán y el Llano de Los Leones con grupos de vicuñas y guanacos.

Caserones: está hacia el sur del refugio Agua del Godo. Luego de la quebrada del río San Guillermo, pasando el cerro Potosí, se llega a la vega de Caserones, donde se observa un afloramiento granítico de formas redondeadas, entre las que corre el arroyo La Cueva. Se puede caminar entre viejos corrales (un circuito de 350 metros) con una imponente panorámica del afloramiento.

Foto: larutanatural.gob.ar

Ruta de los Seismiles – Catamarca

A los Seismiles se accede por la RN 60 (asfaltada) que comunica Fiambalá con el paso fronterizo de San Francisco (a 201 km). Entre los volcanes que se ven desde la ruta están el Ojos del Salado, de 6893 msnm (el volcán más alto del mundo y la segunda cumbre de América después del Aconcagua), el Pissis, el San Francisco y el Incahuasi, en cuya cumbre se encontraron ruinas incaicas.

Se puede hacer el recorrido durante el día, con varias paradas para observar increíbles vistas panorámicas de la cordillera. Al ser de gran altura, se recomienda hacerlo con guías y especialmente con excursiones en 4×4 que permiten acceder por caminos secundarios a lugares mágicos como el balcón del Pissis, la laguna Verde o la laguna Azul.

A su vez, entre Tinogasta y Fiambalá, está la famosa “Ruta del Adobe”, un circuito de 55 km que pasa por pequeños poblados con casonas, estancias, capillas e iglesias totalmente construidos en adobe, una masa de barro y paja utilizada en antiguas construcciones.

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