La influencer de viajes apasionada por la moda, Aida Raddi Corbari, disfruta de descubrir sabores particulares, diseños y artesanías únicas en cada destino que elige.
Entrevista a Aida Raddi Corbari por Carolina Barbosa.
Aida nació en Capital, se crió en Quilmes y vivió 3 años y medio en La Plata, donde estudió periodismo. Entre risas cuenta que es de Tauro y aunque confiesa que no sabe mucho sobre signos y astrología, dice que está en condiciones de afirmar que el tema del gusto por la comida, el ocio y el buen descanso, es totalmente cierto. Es una apasionada de los viajes y declara “Una de las cosas que yo siempre recomiendo, es dejar de viajar con el mandato de que hay que ver miles de cosas en poco tiempo. Eso de estar dos o tres días en un lugar y tener que salir corriendo para no perderse de nada me parece tremendo, porque te aleja del disfrute, que es muy particular y personal en cada caso”.
– ¿De dónde surge tu inquietud por viajar? ¿Cuál fue la travesía que más te marcó y por qué?
-Creo que las ganas de viajar me las inculcaron desde chica, mi papá y mi mamá siempre estaban buscando escapadas de fin de semana y en las vacaciones de verano o invierno siempre íbamos a algún lugar distinto. Tuve dos viajes que me marcaron mucho, uno fue fuera del país y coincidió con que era la primera vez que viajaba sola, cosa que recomiendo muchísimo a todos. Y el otro fue a la Antártida, una aventura increíble que muero de ganas de hacerla de nuevo, sobre todo con una mejor cámara y más conocimientos de fotografía, un hobby que practico desde chica.
-Te gusta mucho todo lo que tiene que ver con moda y diseño, ¿Cómo amalgamas esto con tu pasión por viajar?
-Cuando decido a dónde voy a ir, hago una investigación previa en redes sociales de marcas locales, showrooms de diseño independiente y galerías de arte, entre otras cosas. No es que planee mi estadía en el lugar en función de eso, pero si es algo priorizo dentro de todo lo que hay para conocer. También me dejó sorprender, las ferias son lugares increíbles que disfruto mucho recorrer. El verano pasado fui a Bariloche y a El Bolsón. En la feria del bolsón encontré una diseñadora que se quedó varada en la pandemia y decidió mudarse definitivamente; le termine comprando regalos a todas mis amigas en su puesto. Y en Bariloche, en Colonia Suiza, hay un local que tiene artesanos que hacen cositas un poco distintas, ahí encontré una cartera con forma de zorrito que es una dulzura. Yo siempre trato de tomarme el tiempo de buscar cosas que sean diferentes a lo que venden otros lugares.
– Si tuvieras que hacer un Top 5 de destinos locales ¿Cuáles serían y por qué?
-No es que tengan que ser necesariamente en este orden, pero mi top 5 sería Iguazú, El Bolsón, Rosario, Bariloche y –no se si vale- pero el combo de Jujuy y Salta.
-¿Cuáles son algunos de los restaurantes, bodegones o lugares para comer que te hayan sorprendido en tus viajes? ¿Podrías nombrar algunos?
-Para mi cumpleaños en abril me escapé a Rosario y ahí comí las mejores empanadas de mi vida, no estoy exagerando. Es un local nuevo que había abierto hace sólo un par de días, se llama Empanada Project. Después en Mar del Plata comí uno de los mejores lemon pie, en Cousteau Café. Y en El Bolsón, Jauja helados que, si bien es bastante conocido, está super justificada su fama, porque sus helados son deliciosos.
-¿Qué te da el viajar que no encontrás en otra cosa?
-Tengo el enorme privilegio de haber viajado bastante, y eso me hizo dejar de pensar en las travesías como algo perfecto, aventurero y aesthetic. Viajar también es tener ansiedad, miedo, dormir mal y amoldarse a las situaciones que se te presentan con lo que tenés. Yo viajo mucho sola. La soledad es un aspecto de la vida absolutamente necesario, pero no nos enseñan demasiado a amigarnos con él y transitarlo sin peso. También me gusta mucho encontrarme con lo diferente. Es muy llamativo ver cómo hacen las cosas en otro lado, no solo en las formas de como se maneja el lugar en cuanto al transporte público, la comida, etc, sino también cómo se expresan, cómo es la energía de la gente. Ahí terminas de entender que el otro es diferente, ni mejor, ni peor: diferente. Y eso no es algo que haya que cambiar o tolerar, sino que es algo que te suma y te nutre un montón como persona.
-¿Qué recomendaciones o tips le podes dar a otros viajeros?
-No hay una fórmula para viajar, siempre es mejor hacerlo a tu ritmo y a tu manera. Esas listas interminables de “lugares que si o si tenes que ver porque sino no conociste el lugar”, no son recomendables, porque te obligan a ser productivo, incluso en tu tiempo libre. Una buena forma de ver si ese lugar puede llegar a interesarte es ver fotos que no sean sacadas ni editadas por profesionales. La plantilla que aparece en la derecha de la primera hoja de google cuando buscas el lugar que querés visitar, es en donde yo siempre reviso si el lugar vale la pena o no, porque quienes suben fotos ahí son personas que están de vacaciones, no creadores de contenido. También recomiendo dejarse días libres. El primero para hacer reconocimiento de terreno (entender dónde estoy, dónde queda el hotel, donde están los lugares para comer, etc). Y el último día, para comprar regalos, comer de nuevo en el lugar que más me gusto y disfrutar tranqui del destino que elegiste.