La Costa Atlántica bonaerense ofrece diferentes formas de vacacionar con opciones para todos los gustos. Pero para quienes buscan destinos tranquilos, estas playitas serán una buena alternativa.
1. Aguas Verdes
Las playas de Aguas verdes son de arena limpia, amplias y con mucha arena. Limita hacia el norte con Costa del este y hacia el sur con la Lucila del Mar. Con dunas de hasta seis metros de altura y bonita vegetación. Es un lugar pequeño y sereno para conectar con la naturaleza e ideal para familias que buscan alejarse de las aglomeraciones de gente.
Las dunas se convierten en un ambiente propicio para las travesías en cuatriciclo, la práctica del sandboard, el alquiler de bicicletas o las cabalgatas. Uno de los atractivos del balneario es el Castillo Duhau, que puede avistarse desde la playa (foto). Fue una de las primeras propiedades de la localidad, cuyos terrenos lindan con el balneario. Pertenece a una familia (Duhau) dueña de muchas tierras y que fue una de las fundadoras de lo que hoy es el Partido de la Costa.
ambién hay que pasar a conocer la Capilla Señora de la Anunciación; su interior cuenta con un mural de mayólica donde está representado el nombre de la Capilla e importantes fallas de madera.
Si la idea es acampar, Costa Silvestre. Este predio de 50 hectáreas con bosques de más de 300 especies de árboles contiene además una reserva de animales y un lago artificial. Se puede acampar, rentar para dormir o visitar durante el día. Posee pileta, juegos de plaza, proveeduría, cafetería y un salón de usos múltiples con parrilla. Otras actividades que se pueden realizar son cabalgatas diurnas y nocturnas.
Pero en Aguas verdes hay otras posibilidades de alojamiento. Se puede alquilar desde cabañas, casas, departamentos frente a la playa, hasta hospedarse en alguno de sus dos aparts hoteles (Complejo Valnes o Aguas Verdes Apart).
En cuanto a la gastronomía, dos alternativas recomendables son por un lado, el restaurante Open Playa que tiene vistas al mar y un rico menú tanto para opciones de cafetería como para comidas. Muy cerquita está Costa del Este con opciones de mejor nivel y más variedad.
2. Mar de Cobo
Sobre la RP N°11, en el kilómetro 487, se encuentra Mar de Cobo. Un poblado de trescientas hectáreas que pertenece al partido de Mar Chiquita. La avenida de acceso Manuel Cobo conduce a un encuentro directo con la costa mientras álamos, pinos, olmos y cipreses acompañan el trayecto. La añosa arboleda en la que habitan distintas especies, el paso lento del tiempo y el sonido del mar componen una escena de ensueño que fascina a las personas dispuestas a descansar y conectar con la naturaleza.
La reserva forestal se convirtió en el espacio ideal para disfrutar junto a las infancias con los entretenimientos del parador turístico integrador en la plaza Manuel Belgrano, las canchas de fútbol y básquet y la feria de artesanías. Allí está ubicada la ermita Virgen Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad.
Entre la amplia oferta de alojamientos turísticos figuran cabañas, hosterías, posadas, aparts y campings. Sus playas amplias son sinónimo de tranquilidad en familia, tardes de juegos y días de mate y lectura bajo el sol.
Carlos Santuccione llegó a Mar de Cobo hace poco más de dos décadas, con la crisis de 2001. Por ese entonces vivía en Vicente López hasta que con Victoria, su compañera, decidieron pegar el volantazo e instalarse en un poblado marítimo.
Hoy llevan adelante Lo de Victoria un complejo de cinco cabañas del segmento alta gama que se levanta sobre la playa (foto). Dormir o despertar con el rugir del mar es una experiencia tan única como irrepetible. El establecimiento cuenta con restaurante, pileta, al aire libre en temporada, solarium, wifi, jardín, zona de playa privada, atención personalizada, estacionamiento y desayuno americano y a la carta. “Los clientes destacan el confort y la calidad de los servicios que brindamos dentro de la habitación. También somos pet friendly ya que la mayoría vienen con sus perros”, señaló Santuccione.
En cuanto a lo gastronómico, no hay que perderse de probar los alfajores Dulce Cobo, auténticos manjares bonaerenses que elaboran de manera artesanal las hermanas Noelia y Gisela Pignataro. En el local de la avenida Manuel Cobo encontrarán diferentes variedades desde las tradicionales a las más innovadoras como alfajores de cerveza rubia y negra; de capuccino; de gin y de chili picante.
3. Arenas Verdes
Entre Miramar y Necochea, un balneario que está dando que hablar por sus playas vírgenes, dunas inmensas y cabañas para dormir en la arena escuchando el sonido del mar. Estamos hablando de Arenas Verdes, y allí un lugar invita a vivir en el mar. Complejo Sol a Sol fue construido en la arena misma, a escasos 80 metros del mar, como pidiendo permiso para mezclarse en la naturaleza. Con médanos inmensos y un bosque a su espalda; con un sol que asoma cada mañana en el mar y se despide cada atardecer detrás de las dunas regalando postales increíbles. Un lugar privilegiado para conectarse con la naturaleza en todo su esplendor.
¿Qué nos ofrece? Alojamiento en bungalows ubicados sobre la playa con servicio de ropa blanca; Desayuno frente al mar incluido en la tarifa y servido en el bar; Restaurant en el Complejo con cantidad de platos y minutas y Bar para disfrutar tragos, juegos o licuados; Clases de Surf, KiteSurf o Alquiler de SUP, Sandboard, Bicicletas de playa, Kayaks, Carpas, Sombrillas y mucho más. El lugar es pet friendly, por lo que podes disfrutar de las vacaciones con tu mascota. Además, hay servicio e wifi en todo el Complejo y televisión satelital Full HD en el área común.
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