Por Gimena Bugallo.
Recientemente, un hallazgo en la Patagonia argentina fue noticia: científicos de Conicet descubrieron en las proximidades de la localidad neuquina de Plaza Huincul, los restos fósiles de un dinosaurio depredador al que llamaron “Elemgasemnubilus”. La primera palabra es en referencia a una divinidad tehuelche considerada “la dueña de los animales” o “padre de la vida”, mientras la segunda, significa “días nublados” en latín, porque durante los días de expedición una extraña niebla azotaba el lugar.
Este ejemplar, que data del período Turoniano-Coniacianode, es decir, de hace unos 90 millones de años, es considerado un descubrimiento clave porque es una revelación única en el mundo en función de su especie. Además, este “gran reptil”, vivió un lapso temporal en el que se vieron modificaciones en la flora y fauna que implicaron la extinción de algunos organismos y la aparición de otros, lo cual lo hace aún más interesante.
En homenaje a este maravilloso hallazgo prehistórico, te recomendamos cinco lugares de nuestro país para visitar restos fósiles o conectar con nuestra historia, de unos millones de años atrás, a través del terreno.
Parque Provincial Ischigualasto, San Juan
Rumbo al nordeste de la provincia, a 330 kilómetros de la capital sanjuanina, nos topamos con un pequeño pueblo llamado San Agustín del Valle Fértil que funciona como punto de partida para iniciar las excursiones al Parque Provincial Ischigualasto, también conocido como “Valle de la Luna”. Las mismas funcionan a través de un circuito estrictamente delimitado dado que sólo se permite visitar una pequeña porción del mismo. Este maravilloso espacio consta de unas 62.000 hectáreas y su importancia radica en el valor científico de los hallazgos paleontológicos que fueron descubiertos aquí, entre los que se encuentra una secuencia prácticamente completa del Período Triásico de la Era Mesozoica. Su suelo tieneun peculiar aspecto lunar y el espacio presenta diversas geoformassobre las rocas que esculpidas por el agua, el sol y el viento, a lo largo de millones de años. El Parque ofrece diversos circuitos que, al recorrerlos, nos invitan a conectar con el pasado, dándole un significado particular a cada paso que damos, puesto que aquellos mismos senderos son los que hace 180 millones de años recorrieron también los dinosaurios.
Parque Nacional Talampaya, La Rioja
Este magnífico Parque Nacional, declarado Patrimonio de la Humanidad, cuenta con monumentales piedras rojas que desafían el espacio penetrando el cielo. Son más de 200.000 hectáreas de un lugar mágico, reconocido internacionalmente como sitio de Patrimonio Mundial por Unesco dado que tanto este espacio, como en el Parque Provincial Ichigualasto,son lugares fundamentales donde se descubrieron importantes vestigios de dinosaurios y plantas que ilustran la evolución de los vertebrados del período Triásico. El Cañón Arco Iris remite a un paisaje onírico, de otra galaxia, que abre y cierra paso a medida que se lo va transitando. Por momentos pareciera que estamos en un escenario de alguna película de ciencia ficción.
Parque Paleontológico BrynGwyn, Chubut
En la Patagonia, a 7 kilómetros al sur de Gaiman y al oeste de Trelew, se abre paso esta zona natural de yacimientos fósiles. La misma, fue pensada para ser visitada turísticamente como una especie de exhibición paleontológica a cielo abierto a partir de las diferentes excavaciones y descubrimientos realizados que pueden verse a simple vista. Las palabras BrynGwyn significan “loma blanca” en Galés, y se da un lugar importante a esta lengua dado que tanto en Gaiman, como Trelew y Rawson, hay una gran población que tiene origen y descendencia de esta nación. Pasear por estos lugares es una experiencia única para conocer los puntos reales donde yacen los fósiles además de conocer una gran parte de nuestra historia de hace más de 40 millones de años. Existen tres formaciones para transitar: Sarmiento, Gaiman y Puerto Madryn.
Bosque Petrificado Valcheta, Río Negro
Un tesoro natural que está resguardado y protegido, muy cerca del centro urbano de la ciudad. La historia cuenta que, hace más de cien millones de años, este espacio tenía un clima subtropical y húmedo, y estaba plagado de grandes árboles y saurópsidos (o “lagartos terribles”). En el período Cretácico, las erupciones volcánicas sepultaron vastas extensiones de la superficie que quedaron bajo las cenizas y, junto a la acción erosiva del viento y la lluvia, fueron dejando al descubierto amplios sectores de la superficie. De esta manera, comenzaron a emerger los restos petrificados de aquellos antiguos bosques con troncos de hasta 30 metros. En el Museo Regional de Valcheta se pueden encontrar piezas geológicas y paleontológicas que forman parte de la historia y riqueza del pueblo. El Bosque, se puede recorrer a pie o en bicicleta, siempre acompañados de los guías especializados.
Parque nacional Sierra de las Quijadas, San Luis
Más de 70.000 hectáreas que no sólo están destinadas a proteger las especies que allí habitan sino que también, ayudan a preservar las ecorregionesy yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Este Parque está ubicado en el noroeste de la provincia de San Luis, en los departamentos Belgrano y Ayacucho y forma parte de un espacio de veinticinco millones de años de evolución geológica, siendo un paraíso para los paleontólogos. Aquí se han descubierto restos fósiles de dinosaurios y reptiles voladores, como elPterodaustro. Hay diversos senderos para recorrer la zona: Flora Autóctona, Las Huellas del Pasado, Sendero Guanacos y Sendero Farallones. Cuando las temperaturas superan los 35°, ante temblores y/o en casos de fuertes lluvias, puede cerrarse este último.