Top 5 – Escapadas en Buenos Aires

Foto: Deposiphotos

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Por Gimena Bugallo.


La conexión con la naturaleza siempre es un privilegio. Las personas necesitamos sumirnos al descanso, interrumpir nuestra rutina y buscar opciones de ocio que nos inviten a aliviar nuestro ritmo de vida atareado. Sin embargo, no siempre disponemos del tiempo necesario para poder trasladarnos grandes distancias y encontrar nuestro oasis.Por ello, te dejamos cinco opciones de pueblos pintorescos para aquellos que necesitan ser abrazados por el verde paisaje de la calma, próximos a nuestra Capital.

San Antonio de Areco, Buenos Aires

Después de unos 110 kilómetros por la Ruta Nacional 8, se encuentra este lugar que segundo a segundo va ampliando su gran desarrollo gastronómico. Fundado en 1730, este es uno de los pueblos más antiguos de nuestro país y es conocido como la “Cuna de la Tradición”. San Antonio de Areco ofrece un sinfín de propuestas que van desde un recorrido por el casco histórico y los museos de tradición gauchesca, a los talleres de artesanos y estancias en las cuáles hospedarse. Además, existen varios espacios donde realizar cabalgatas, excursiones en bicicleta, trekking y diversas actividades náuticas en el río Areco. En 1999, se lo declaró “Poblado Nacional de Interés Histórico” y, a su vez, seis de sus sitios fueron declarados “Monumentos Históricos Nacionales”: El Puente Viejo, el Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”, La Pulpería “La Blanqueada”, la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, la casa de la Intendencia Municipal y el casco de la Estancia “La Porteña”.

Foto: viator

Campana, Buenos Aires

Rumbo al nordeste de la provincia de Buenos Aires, a poco más de 70 kilómetros y por la Autopista 9, llegamos a esta ciudad que es conocida como la “cuna del primer automóvil argentino” y “cuna de origen de la tira de asado”. Una de las cosas más interesantes que podemos encontrar aquí es el Parque Nacional de Ciervos de Pantano que comprende los terrenos de la Reserva Natural Otamendi y de la Reserva Natural Río Luján. Este espacio, que funciona para fomentar la conservación y protección ambiental, alberga a más de 300 especies de aves y más de 50 mamíferos. Abarca un total de casi 5.300 hectáreas y tiene terrenos con pastizales altos, dominados por enormes cortaderas o «colas de zorro», donde las aves (como los mistos y corbatitas) hacen hogar. En la barranca se conforman bosques naturales de talas, saucos, ombúes y espinillos, y es recorrida por zorzales, tacuaritas azules y pepiteros, en el mismo ambiente donde las comadrejas overas y gatos monteses encuentran refugio diurno.

Foto: argentina.gob.ar

Guaminí, Buenos Aires

Esta ciudad, que si bien se encuentra a menos de 500 kilómetros de Buenos Aires, concentra un tesoro escondido en la provincia de Buenos Aires y merece la pena ser visitado. En la Laguna del Monte, la extensa Isla Sistina alberga una historia tan rica como mística, que cruza condesas, batallas y amantes de la naturaleza. La leyenda cuenta fue habitada hace más de 3 mil años y los pueblos originarios le daban un valor muy importante. Entre 1981 y 1984, el terreno fue adquirido por una condesa austríaca, viuda y enamorada de la Argentina llamada Ena Wenckheim, quién larebautizó comoisla Sistina, debido a la región romana de donde era originaria. Además del descanso y la tranquilidad que ofrece, aquí se pueden realizar diferentes actividades como paseos en lancha, recorridos en kayak, esquí acuático, wakeboard, kitesurf y caminatas. Para los apasionados por la flora y la fauna, tienen una considerable variedad de especies vegetales, aves y mamíferos como flamencos, faisanes, patos, pavos reales, ciervos, antílopes, guanacos, liebres, vizcachas y maras.Un lugar con atardeceres mágicos a la orilla de la laguna con una historia enigmática que invita a disfrutar de una experiencia única y transformadora, en pleno contacto con la naturaleza.       

Foto: Todo Provincial

Tandil, Buenos Aires

Ubicada a 356 kilómetros de Buenos Aires, esta ciudad argentina se caracteriza por brindar gastronomía y naturaleza de primer nivel. Y es que el universo de picadas que ofrece Tandil no tiene competencia, sobre todo, por los diversos quesos que ofrece que van desde el provolone y la provoleta hasta el gruyere, azul y cuartirolo, entre otros. Pero si del contacto con la flora y fauna se trata, hay atractivo singular en el paraje El Centinela, que es el Centro Recreativo de Fauna Rescatada. Cuenta con más de 70 especies para observarlas durante el proceso de recuperación en un hábitat natural. Algunas de ellas son: zorro albino, ciervos, carpinchos, gato montés, zorros, lagartos, aguiluchos, yarará, tucanes, carpintero blanco, pavo real, conejos, monos y cabras.

Foto: Minube

Balcarce, Buenos Aires

A poco más de 400 kilómetros, se encuentra esta ciudad que te sumerge en un mundo donde la gastronomía, la naturaleza y el automovilismo toman la posta. Y es que el más grande corredor argentino de todos los tiempos, Juan Manuel Fangio, nació aquí y cada rincón le hace honor: El Museo del Automovilismo dedicado a su vida y carrera profesional, nos invita a conocer la casa natal del famoso piloto de Fórmula 1 y el taller “La Escudería. Conectando más con la onda verde, la laguna La Brava, rodeada de bosques, sierras y un arroyo, es el escenario ideal para practicar deportes y pasear. Además, en Refugio Sierra La Vigilancia, un centro de escalada en roca y actividades de aventura, propone practicar el trekking, rapel, tirolesa, arquería, palestra y mountain bike.

Foto: Esplendor Hoteles