La provincia regala uno de los paisajes más increíbles de Argentina, un lugar único para experimentar la magia del desierto y disfrutar de actividades como sandboard, safaris fotográficos y expediciones en cuatriciclos o 4×4.
Dunas
Cerca del pueblo de Saujil, 10 km al norte de Fiambalá, la llamada «duna mágica de Saujil” se eleva 90 metros con una pendiente de 45 grados, lo que la hace perfecta para el sandboard.
Pasando Saujil y Medanitos, y transitando 30 km hasta Tatón, se puede ver otro grupo de grandes dunas. Una de ellas es la más alta del mundo, con una cima que alcanza los 2845 msnm, bautizada «Federico Kirbus» en homenaje a quien la descubrió, un periodista, escritor y divulgador de la geografía, historia y curiosidades de la Argentina y Sudamérica.
Termas de Fiambalá
A 17 km de Fiambalá, en una fantástica quebrada a los pies de la cordillera, un complejo termal concentra en piletones de piedra aguas entre los 28° C y 51° C que surgen a 1750 msnm.
Para disfrutar de sus propiedades curativas hay que sacar turno con anticipación vía wsp (3837-401815). Los horarios disponibles son de 8 a 13 hs, de 15 a 20 hs y de 20:30 a 23:30 hs. Precios: argentinos $300, extranjeros $450, provincial $250, jubilados $150. Personas con discapacidad y menores de hasta 6 años tienen acceso gratuito.
Ruta del Adobe
Al sur de la provincia de Catamarca, a lo largo de la Ruta Nacional Nº 60, entre las localidades de Tinogasta y Fiambalá, se despliega un circuito turístico de 55 kilómetros en donde se pueden conocer antiguas edificaciones coloniales de adobe, las cuales fueron declaradas Patrimonio Histórico Cultural de la provincia.
Algunas paradas obligadas son: Casa Grande Hotel de Adobe, Oratorio de los Orqueras, la Iglesia de Andacollo, las Ruinas de Watungasta, la Iglesia de San Pedro, Comandancia de Armas, entre otras.