Como un diamante de nuestro país, la provincia de Neuquén forma parte de un destino turístico de excelencia, que no sólo es reconocido a nivel internacional sino que además nos regala paisajes de una magnificencia única que pareciera que sus suelos preludian una magia tan llamativa como singular.
Toma su nombre a partir del río homónimo, cuya voz proviene del mapudungun Newenken, que significa “correntoso”, y también del araucano Ñedquén, que es traducido como “atrevido y audaz”. Se encuentra ubicada en el noroeste de la Patagonia argentina donde limita con la provincia de Mendoza al norte, con La Pampa al este, al sureste con Río Negro y al oeste con nuestro país vecino, Chile.
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La riqueza de las comunidades locales y las diferentes etnias que han sabido hacer hogar en los suelos neuquinos, colman de historia y sabiduría ancestral cada rincón transitado. Pareciera que funcionase como un espacio de encuentro y reencuentro a través de los tiempos, invitándonos a conectar con la sinfonía de los vientos y los colores del horizonte.
Además, es asombrosa la variedad de climas que presenta, cambiando por completo de un sector a otro: húmedo en área cordillerana, nivalen la zona de alta montaña de los Andes, árido en la Meseta Patagónica y Andes de Transición, y semiárido al norte y este provincial.
A continuación, elegimos cinco lugares y experiencias memorables características de esta provincia que enaltece el patrimonio natural y cultural de la Argentina.
1. Ruta del Pehuén
Dominada por jardines patagónicos, con las araucarias como protagonistas esenciales, este trayecto nos permite recorrer una región milenaria y majestuosa de estos árboles ejemplares a los que los aborígenes locales llamaban “pehuén”.
La Ruta del Pehuén comienza en la localidad de Aluminé, paraíso de pescadores y Capital Nacional del Kayak, y continúa por Villa Pehuenia y Moquehue, entre los bosques de ñires y lengas, se prolonga por las localidades de Las Lajas y Loncopué, hasta Caviahue y un centro turístico, llamado Copahue.
Unos 250 kilómetros en total, donde los volcanes se abrazan con las aguas cristalinas, donde las montañas y la nieve juegan con sinfín de rocas basálticas y donde encontramos uno de los paisajes más asombrosos, con una visual perfecta para cualquiera que la visite.
2. Camino de los 7 Lagos
Una mítica ruta, quizás de las más populares de nuestro país, que va desde Bariloche a San Martín de los Andes, y nos ofrece un recorrido casi onírico que puede hacerse en menos de 4 horas por la prestigiosa Ruta 40. Si bien hay quienes dicen que son más de siete los destinos que se pueden visitar transitando este recorrido, lo cierto es que sea cual fuere el punto seleccionado, este camino nos abraza con la magnificencia de sus aguas y el esplendor de la vegetación que la fecunda.
Los inigualables escenarios naturales que yacen alrededor de la carretera están conformados por los lagos Espejo, Correntoso, Escondido, Villarino, Falkner, Machónico y Lacar. Esta ruta puede hacerse durante todo el año y cuenta con una amplia oferta de hosterías, campings y hoteles al igual que comercios y espacios para comprar comida.
3. Parque y Reserva Nacional Laguna Blanca
A 1.270 metros sobre el nivel del mar y con una superficie aproximada de 1.700 hectáreas, este lugar se abre paso entre antiguos conos volcánicos. Su nombre fue dado a partir del cuerpo de agua que se encuentra situado aquí y consta de varias rutas de acceso tanto desde la ciudad de Neuquén, como desde la ciudad de Mendoza, San Carlos de Bariloche e, inclusive, desde Chile. Gracias a la Laguna Blanca, muchas plantas y animales encuentran aquí un ambiente único.
Este territorio ha sabido ser un lugar significativo para las comunidades originarias que, hasta el siglo XVIII, este espacio estaba habitado por la comunidad mapuche. Muchas aves acuáticas como los chorlos, flamencos y macaes plateados hacen hogar en este Parque donde también habitan los chinchillones, pumas, zorros, choiques y cóndores.
4. Salto del Agrio
En el corazón del Parque Provincial Copahue, un área protegida cerca de la frontera con Chile, se encuentra esta caída de agua de más de 40 metros de altura que tiene su origen en el Río Agrio y desemboca formando una pileta.
Lo fascinante de este espacio es lograr enlazar la melodía de la cascada con la mágica paleta de vivos que tienen las rocas que van desde verdes cálidos y amarillos a tonos rojizos, ocres y anaranjados. Lo curioso es que toda esta amalgama de tintes es producto de los minerales que arrastra el afluente y una antigua actividad volcánica que se produjo en la zona.
5. Parque Nacional Nahuel Huapi
710.000 hectáreas en total que están emplazadas en dos provincias: Neuquén y Río Negro, y cuenta con la existencia de dos villas dentro conocidas como Mascardi y Traful. Aquí habitan diferentes especies de flora y fauna, resultando en una transición de plantas entre ambientes húmedos y áridos y una gran diversidad de animales que se adaptan a este clima como, por ejemplo, el huillín (especie emblema de este lugar), el tuco tuco colonial, el cormorán imperial, el pudú, el gato huiña y el cóndor andino, entre otros.
El Parque ofrece diversas actividades entre las que se incluyen circuitos en auto, paseos lacustres, rafting, kayak, excursiones en bicicleta, cabalgatas, escalada y trekking de montaña y, tanto en invierno como en verano, es posible realizar paseos y actividades deportivas por bosques, lagos y montañas.
Por Gimena Bugallo.