Una preparación japonesa con aire argentino

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Kani-Kama, el producto estrella de Puerto Deseado.


Las “patitas de cangrejo” o “bocas de mar” son un alimento basado en una milenaria receta japonesa. Desde el año 1988, la pesquera Santa Elena de Puerto Deseado, comenzó a elaborarlo y a emplear las diferentes variedades de merluza presentes en el Atlántico Sur, principalmente “la de cola” y “la polaca”. De esta manera, surge un ingrediente adecuado tanto para platos fríos como calientes, fácil de servir e ideal para todo tipo de preparaciones.

El surimi tiene sus orígenes en 1960 y surge como respuesta a la necesidad de poder conservar por mayor tiempo la carne de pescado. Para ello, la cura del ingrediente principal se realiza en altamar. El proceso consiste en cortar los filetes, quitar las espinas, triturar, quitar la grasa y otras sustancias hidrosolubles que suelen degradar rápidamente. Conservados en óptimas condiciones de frío, llegan a puerto para continuar su desarrollo en tierra. 

En Argentina, recibió el nombre de KaniKama (“Kani” que en japonés significa “Cangrejo” y “Kama” que deriva de “Kamaboko”).

Orgullo de la industria deseadense 

En 1981, la pesquera Santa Elena da sus primeros pasos en Puerto Deseado con sólo 3 empleados y un barco alquilado. Unos años después, en 1988, Alfredo Pott -presidente de la empresa- inaugura la planta Kanikama Santa Elena. 

Inspirado en el surimi, comienza a elaborar un producto que lleva más de tres décadas en el mercado y que se ha convertido en parte de la identidad de los pobladores, ya que es un ingrediente versátil, rico, sano y práctico para todo tipo de platos. Además, es fuente natural de proteínas y otras propiedades nutricionales como omega-3, vitamina B12, vitamina D y selenio. 

Este alimento con orígenes en el país del sol naciente, además de ser un producto presente en todo el territorio nacional, también se exporta a Brasil, Chile y España.