Vacaciones en destinos serranos

Foto: flickr.com

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El invierno se disfruta con el sabor artesanal de los platos regionales, con algún sorpresivo amanecer de picos nevados y con las distintas actividades al aire libre que desafían al frío.


Laguna, escalada y cocina de autor

En el partido de Balcarce, la quietud de las aguas de la Laguna Brava y los cerros del sistema de Tandilia componen una postal inolvidable. Esa imagen de cuento rodea al complejo Del Vuulcan, ubicado frente a las costas y con acceso privado al espejo de agua.

Cada cabaña del hospedaje está equipada con cocina, sábanas, toallas, TV, wifi y parrilla individual y, para quienes quieran compartir algunos días de descanso junto a sus mascotas, es un alojamiento pet friendly.

Los paladares también celebrarán la estadía con los manjares frescos y originales de la cocina de autor. Matías Di Marco lleva adelante Casa Quinta, un restaurante que abre los viernes y sábados por las noches. El espacio es una casa reciclada de una antigua chacra, con mesas de estilo francés y objetos antiguos. 

A través de sus preparaciones, Di Marco revaloriza los productos locales y disfruta cocinar pescados y mariscos que llegan del puerto vecino de Mar del Plata. En la lista de imperdibles figuran la molleja dorada con miel de romero, emulsión de zanahoria, comino y cous-cous verde; el salmón rosado con crema de repollitos, panceta y risotto de hongos; y  el curry de costilla de ternera con  cremoso de arvejas y alioli de eneldo.

Sobre la sierra La Vigilancia se emplaza el centro de escalada deportiva que promete ponerle aventura al viaje por las sierras. El lugar cuenta con servicios de estacionamiento, camping, refugio, baños, cocina, suero antiofídico, alquiler de equipos y requiere de registración previa en sierradelaventana.com o al 2234063258.

Las sierras a minutos de la ciudad

“A los turistas les sorprende la cercanía de las sierras con la ciudad, empezás a pedalear y a poca distancia ya llegás”, expresó el prestador Diego Pizzo de Mtbikeciclo, una propuesta de ciclismo zonal que provee bicicletas, cascos y una infusión en Sierra de la Ventana, Tornquist.

La mayoría de los recorridos se realizan en campos privados y tienen duraciones diferentes (de una hora, de dos horas, de seis horas o de todo el día). “Jardines del Pillahuinco es un circuito de dos horas y media, ideal para realizar en familia. Durante el trayecto se puede observar la flora serrana, cruzar algún jabalí, atravesar arroyos, costear el Sauce Grande y disfrutar de puntos panorámicos”, precisó Pizzo y agregó que el arribo es en el campo de golf de la ciudad.

En el kilómetro 232 de la Ruta Provincial 76, la estancia Mahuida Co es otro de los atractivos recomendados del lugar, con una extensión de 200 hectáreas a puro contacto con la naturaleza. El paseo guiado comienza una vez que los visitantes se suben al carromato que luego se detendrá para disfrutar del bosque energético -de las diversas especies de árboles como robles, algarrobos, cedros, acacias y alcornoques- y de la cercanía con burros, guanacos y antílopes. La última visita es el corral de los chivos, un momento que conmueven de ternura y llena de caricias a los animalitos.

El paisaje serrano y las aventuras van de la mano. Por eso, Ecoventania propone seis itinerarios para explorar parajes, pueblos, ríos y arroyos en camionetas 4×4: Balcones Serranos, Vertientes y Cerro Maqueta, Dos Cerros y Senderos Ancestrales, ex club Hotel de la Ventana, trekking en el Mirador del Indio y recorrido nocturno.

La excursión lleva el viaje hasta las alturas de la serranía para observar el bosque de Villa Ventana y el ex Club Hotel, mientras se transmiten relatos sobre la geología del cordón serrano y de los vestigios de civilizaciones pasadas. Finalmente se llega al cerro Maqueta, donde hay una ventana mucho más pequeña que la famosa del Cerro Ventana.

Foto: Cicloturismo zonal – Mtbikeciclo.

Un clásico invernal 

Decir Tandil es sinónimo de gastronómica, una ciudad rodeada de sierras, pueblos rurales y naturaleza que enamora a quienes la visitan. En el paraíso de las picadas son irresistibles el salame tandilero y los diferentes tipos de queso. Estas delicias tienen la mejor compañía de excelentes vinos que produce la Bodega Cordón Blanco.

En las pequeñas localidades de este destino bonaerense también hay cartas imperdibles. El Pueblo Turístico Gardey y la amabilidad que caracteriza a su población, ofrece una exquisita comida campestre en el Almacén Vulcano, antes o después de la visita al arroyo Chapaleofú.

El pago Azucena se acomoda sobre el valle y despliega un paisaje serrano único. Aquí, los turistas podrán deleitarse con un almuerzo criollo en la pulpería 4 esquinas, miembro del grupo Turismo Rural Tandil. Por otro lado, en el paraje El Centinela se podrá visitar el Centro Recreativo de Fauna Rescatada que cuenta con más de setenta especies: zorro albino, ciervos, carpinchos, gato montés, cabras, entre otros.

Balcarce, Tornquist y Tandil, cada uno con su magia, prometen una estadía inolvidable a los turistas que elijan las sierras de la provincia de Buenos Aires para sus vacaciones de invierno.