Con arroyos cristalinos, cascadas escondidas, bosques interminables y las huellas aún vigentes de las antiguas poblaciones de la zona, Villa Ojo de Agua es una invitación a redescubrir Santiago del Estero, con la naturaleza como principal hilo conductor.
Un fuerte que se instaló allá por el siglo XVI fue el que dio origen a la antigua villa. Los años pasaron, claro, pero aún hoy Ojo de Agua guarda algunos de los tesoros naturales más bonitos de la provincia de Santiago del Estero. Tal es así que su nombre no fue elegido al azar, sino que responde a que en esta zona afloraba una gran vertiente indispensable para que los antiguos pobladores puedan abastecerse de agua, y que según su opinión, tenía la forma de un ojo.
Lo cierto es que las propuestas naturales se abren paso en cada rincón de esta ciudad que se ubica al sur de la provincia: cascadas, arroyos cristalinos, sierras infinitas, bosques frondosos y hasta un cajón digno de un cuento de hadas. Realmente merece la pena pegarles un ojo a las maravillas que este paraíso santiagueño tiene para ofrecer.
Cisco Suazi
La visita a este cerro es obligatoria para los amantes de las aves y la fotografía, y para las personas que no, también. Porque el espectáculo que ofrece cuando las bandadas de pájaros se fusionan para encontrar su nido cuando el atardecer está por caer, es inigualable. También regalan un concierto sonoro cada mañana, cuando el sol se asoma. Cisco Suazi está ubicado a menos de 5 kilómetros de Villa Ojo de Agua, y cuenta con el arroyo Lascano como fiel ladero.
Arroyo Lascano
En verano a veces lo único que necesitamos es refrescarnos y un lugar tranquilo para disfrutar del sol, un buen libro y los infaltables mates. Bueno, el arroyo Lascano es la opción ideal para quienes tengan ganas de un plan relajado, con la naturaleza como fiel compañera, y a tan solo 7 kilómetros de Ojo de Agua.
Cascada del Cóndor Huasi
Un poco más lejos, a 40 kilómetros, espera uno de los principales atractivos naturales, que muestra su mayor esplendor en las épocas de intensas lluvias. La cascada natural del Cóndor Huasi, que irrumpe en medio de las Sierras de Ambargasta, es el lugar ideal para realizar ecoturismo y perderse (sea caminando o en bicicleta) por los bosques inmensos y frondosos que regalan senderos vírgenes y únicos. Un tip: ir en compañía de un guía local debido a la dificultad de acceso, y no privarse de pegarse un baño en sus cristalinas aguas.
Cantamampa
Parece salido de un cuento, pero no. Cantamampa es una realidad donde la naturaleza es la principal protagonista: un arroyo de agua cristalina que deambula entre las piedras, con diversas especies de árboles dando el toque ideal para sentirse en el paraíso. Entre las actividades que se pueden realizar allí se destacan el trekking y los paseos a caballo o bicicleta. El camping es una muy buena alternativa para quienes deseen acampar en medio del siempre cálido paisaje serrano del sur santiagueño.
El Cajón
Otra de las bellezas naturales de la zona es El Cajón, que además atesora vestigios de los antiguos pobladores de la zona. Escondidas entre las rocas rojizas, es posible ver pinturas rupestres y hasta morteros que denotan la presencia de los indios Sanavirones. Además, es posible disfrutar de cascadas y rincones naturales impresionantes. ¿Un dato? El nombre del lugar se debe a que en las épocas de lluvia, el agua se deposita debajo de una inmensa piedra.
Inti Huasi
Conocida también como la Casa del Sol, este lugar es uno de los puntos turísticos más importantes ya que no solo guarda pinturas rupestres de las comunidades Sanavirones, sino que también se encuentran la Casa del Indio y los morteros en piedra, huellas claras de estos antiguos pobladores. ¿Dónde encontrarlo? A 11 kilómetros de Villa Ojo del Agua, sobre una meseta que presenta una acumulación de grandes peñascos.
Créditos de las fotos: Facebook Turismo Santiago