Descubrí esta isla bonaerense con ciervos, flamencos y 3 mil años de historia – Destino ideal personas +60
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Al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, se yergue una isla enigmática con antílopes, ciervos, flamencos y una frondosa vegetación autóctona.
Si de tesoros hablamos, la Isla Sistina es, sin duda, uno de ellos. Dueña de una misteriosa historia que cruza condesas, batallas, pueblos originarios, amantes y naturaleza, esta Isla se ubica en la localidad de Guaminí, en la Laguna del Monte y atrae a miles de visitantes.
Hay una gran estancia que tiene a la luz natural como protagonista y poseé dos plantas completas con un total de ocho habitaciones que tienen nombres particulares que hacen referencia al hábitat del lugar: “Las maras” (animales nativos), “Los Flamencos” (el ave más pintoresca del lugar) y “El Algarrobo” (árbol sagrado para los pueblos originarios), entre otros.
La historia
El nombre al principio, fue el de Isla Grande en contraposición a la Isla Chica, que en algunos momentos de fuertes crecidas de la laguna, casi desaparece. La leyenda cuenta que fue habitada hace más de 3000 años. Los pueblos originarios le daban un valor muy importante al árbol de algarrobo por considerarlo sagrado y le rendían culto utilizándolo para rituales sanadores. Lamentablemente con la Campaña del Desierto, estos pobladores desaparecieron y posteriormente hubo diferentes dueños y ocupantes.
Entre 1981 y 1984, el terreno fue adquirido por una condesa austríaca viuda y enamorada de Argentina, llamada Ena Wencheim. Fue en ese momento en que su nombre cambió a Isla Sistina, debido a la región de donde era originaria esta mujer que terminó vendiendo la estancia en el año 1995.
¿Qué hacer?
Más allá del descanso y la tranquilidad, la isla ofrece paseos en lancha, recorridos en kayak, wakeboard y caminatas por los jardines y las inmediaciones. También se puede acceder a un safari fotográfico para apreciar y captar la flora y fauna autóctona como faisanes, flamencos, ciervos, antílopes, guanacos, liebres, vizcachas, maras y pavos reales. Cabe destacar los atardeceres mágicos que acontecen en el lugar , a la orilla de la laguna en pleno contacto con la naturaleza en su máximo esplendor