Escribe para buscar

Destinos

Dónde ver las huellas de gigantes prehistóricos en la provincia de Buenos Aires

Compartir

Coronel Rosales, al sudoeste de la provincia, guarda uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes del país. Visitarlo es un viaje al pasado, ya que las pisadas de animales majestuosos que vivieron hace 12.000 años aún siguen vigentes.


La formalidad dirá que su nombre formal es el de partido Coronel de Marina Leonardo Rosales, pero la realidad es que es mucho más conocido como Coronel Rosales. Ubicado al sudoeste de la siempre extensa provincia de Buenos Aires, guarda uno de los tesoros más impresionantes del territorio argentino. Visitarlo es literalmente un viaje al pasado… O mejor dicho, a la prehistoria.

Pasos de gigantes…

Megaterios, mastodontes y gliptodontes son solo algunos de los gigantes ya extintos que hacen 12.000 años dejaron literalmente sus huellas impresas sobre la playa ubicada dentro del partido de Coronel Rosales, más puntualmente en la localidad de Pehuen-Có. Para quien no quiera googlearlos, muchos de ellos son representados en la popular película “La Era de Hielo”.

Concretamente, “Las Huellas” es un yacimiento de paleoicnitas que puede visitarse con la compañía de guías que irán ofreciendo información valiosa al respecto. ¿Cómo anotarse? En la Sala de Interpretación Florencio Ameghino, donde también es posible ver fósiles por doquier.

Pero eso no es todo, ya que “Las Rocas” es otro gran punto de interés para quien deseen vivir un recorrido de investigación de pura cepa. En estos acantilados aún descansan restos de animales que vivieron hace más de 5 millones de años, a la vez que también es posible divisar el primer faro argentino, llamado “Farola Monte Hermoso”.

Y la huella de Darwin

Corría el año 1832 cuando el reconocido naturalista inglés Charles Darwin navegaba por las costas que son bañadas por el Atlántico Sur y se detuvo en lo que hoy es Coronel Rosales. Su sorpresa fue tan grande como su hallazgo, ya que se topó con huesos de enormes animales prehistóricos. De hecho, en su obra “Observaciones Geológicas en Sudamérica” que publicó en el año 1846, detalló la existencia de restos de, por ejemplo, megaterio, toxodón y milodón a lo largo de la bahía antes mencionada.

“Nos quedamos en Punta Alta, a unas 10 millas del barco; aquí encontré algunas rocas. Estas son las primeras que he visto, y son muy interesantes ya que contienen numerosas conchillas y huesos de grandes animales”, afirmaba el mismísimo Darwin. El 22 de septiembre de 1832, el naturalista británico encontró fósiles de fauna extinta, lo que significó una de las primeras evidencias gracias a las cuales pudo enunciar su teoría de la Evolución.

No llama la atención, entonces, que el museo de Ciencias Naturales “Carlos Darwin” sea mundialmente conocido dado el valor de las piezas y materiales que contiene. Durante febrero, el museo abre las puertas hacia el pasado de lunes a Viernes, en el horario de 9 a 14 horas.

Por Christian Ali Bravo.

Tags:

También podría gustarte