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El castillo que oculta una trágica historia de amor y puede visitarse de noche

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Ubicado en el partido de San Vicente, el Castillo Guerrero Domselaar abre sus puertas para que te metas de lleno en una de las tragedias más resonantes de la historia argentina. Ofrece recorridos durante el día, y también una experiencia nocturna, de la mano de los descendientes de los protagonistas.


En el partido de San Vicente espera un castillo hermoso, imponente, pero también cargado de historia. Una historia de amor, de odio, de poder, de riquezas, de desengaño… y de muerte. El Castillo Guerrero Domselaar abre sus puertas para meterse de lleno en una de las historias más icónicas y trágicas de la Argentina, contada por los descendientes de los protagonistas.

La historia

El 26 de febrero de 1846 nacía Felicitas Guerrero Cueto, quien de adolescente recibió un tremendo elogio del reconocido poeta Guido Spano: el de “la mujer más hermosa de la República”. Por exigencia de su padre Carlos, Felicitas se casó con Martín De Álzaga, uno de los hombres más ricos de aquel tiempo, pero que era 32 años mayor que ella.

Don Martín, en 1870 y con la salud muy deteriorada, fallece y deja toda su fortuna y tierras a Felicitas. Tras superar el luto, Enrique Ocampo, quien ya la había pretendido en el pasado, comenzó a declararle su amor incansablemente. Lo cierto es que Felicitas se enamoró de Samuel Sáenz Valiente, que tenía una estancia al lado de la suya.

Despechado, Enrique Ocampo no soportó el noviazgo, y el 29 de enero de 1872 le disparó a Felicitas hiriéndola de muerte. Al oír el estruendo, sus familiares intercedieron y lograron reducir a Enrique, quien también recibió varios tiros. Así fue como la historia de un amor no correspondido terminó con la muerte de ambos.

El Castillo

Con un refinado estilo francés, característicos techos a la mansarda, columnas y 24 habitaciones por demás espaciosas, el Castillo Guerrero Domselaar se conserva casi intacto gracias a los trabajos constantes de cuidado y refacción.

Pero lo más importante está en su interior, allí donde aún descansan objetos que son el vivo reflejo de la trágica historia de Felicitas. De hecho, una de las piezas que más impacto causa a los visitantes es el revolver con el que Enrique Ocampo la mató, cuando ella tan solo tenía 25 años. Pero también hay otras pertenencias como el batón chino auténtico de más de 150 años que Martín de Álzaga regaló a Felicitas. También se puede visitar uno de los cuartos coloniales donde se exhibe ropa de ella, un retrato póstumo y hasta el dedal que usaba.

Pisos ingleses, un mueble imponente del 1700, un sillón del 1800 del antiguo teatro Colón, obras de arte, y hasta el comedor con toda la mesa servida con el juego de losa inglesa utilizado por la familia Guerrero, son otras reliquias que sirven para trasladarse a la época en la que sucedieron los hechos.

La visita

¿Qué mejor que la verdadera historia sea contada por los descendientes directos de Felicitas, familiares que además son los actuales dueños del castillo? 

Las opciones de visita son varias. Si se quiere recorrer durante el día, el castillo abre sus puertas todos los domingos a partir de las 11 de la mañana. ¿Un tip? Reservar previamente por WhatsApp, ya que los cupos son limitados.

La otra alternativa es realizar el recorrido nocturno: el 3 de febrero a partir de las 19 horas habrá una nueva edición de esta experiencia que incluye una visita guiada, pizza libre de diferentes variedades, una bebida y acceso al jardín, para disfrutar de la música. Sí, un planazo para enamorarse.

Por Christian Ali Bravo.

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