Los 5 MURALES más ICÓNICOS que dan COLOR a la Ciudad de Buenos Aires
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Con homenajes a Frida Kahlo, Maradona y Quinquela Martín, este gran movimiento de arte urbano invita a redescubrir los 100 barrios porteños.
Las paredes hablan. Cuentan historias. Y muchas veces, hasta gritan. Los murales son el gran exponente de ello. Sus explosiones de colores, trazos y figuras inyectan vida a ciudades donde habitualmente predominan los grises y otros colores opacos. Nuestro Buenos Aires querido no es la excepción.
A lo largo de los 100 barrios porteños se esconden grandes obras de uno de los movimientos de arte urbano más atractivos de Latinoamérica, que invitan a descubrir la Ciudad con una óptica diferente. Estos son los icónicos murales que dan color a la Ciudad de Buenos Aires.
1. Toros “Teta e Salta” – Colegiales
La plaza Matienzo descansa en la intersección de la calle homónima y Cramer. El dolor no se ve, pero se siente: algunos años atrás, en ese espacio tuvo lugar el asesinato de Teta y Salta, vecinos del propio barrio de Colegiales.
Franco Fasoli, cuyo nombre artístico es Jaz, fue el encargado de pintar uno de los murales más emblemáticos de la Ciudad, en homenaje a aquellas jóvenes víctimas. Los dos toros de tamaños majestuosos chocando sus cabezas y cuernos es una de las postales obligadas del recorrido.
¿Un bonus track? En la pared contigua se puede ver el mural Jim Vision, artista inglés que decidió emular un cuadro de Napoleón cruzando los Alpes con su impactante “Gaucho a caballo”.
2. Frida Kahlo – Palermo
Es imposible pasar por Dorrego 1735, justo frente al inoxidable Mercado de Pulgas, y no sentir el peso de una mirada impactante en nuestros hombros. Ese es el efecto que los artistas Campos Jesses han logrado con su impactante mural ubicado en la zona denominada Palermo Viejo.
La obra data de 2015 y muestra a una Frida contemporánea: cigarrillo en mano, una remera atada en su cintura y jeans que acusan varios usos. La ceja tupida y su infaltable tocado floral son dos rasgos que sí se mantuvieron fieles a la realidad.
Recientemente recibió un refresh que involucró el agregado de un corazón radiante en medio del pecho de la pintora mexicana, y una buena cantidad de mariposas monarcas que sobrevuelan a su alrededor.
3. El cuento de los loros – Villa Urquiza
Justo al lado de la sede del CBC de Drago se encuentra uno de los murales más grandes de la Ciudad. Con más de 400 m2, “El cuento de los loros”, creación de Martín Ron, le da un toque de color y locura al barrio de Villa Urquiza.
En este mural conviven el retrato (en gran tamaño, por supuesto) de un amigo personal del artista, un jovencito de gorra que descansa sobre su skate, la escultura de un hombre que solo viste un casco rojo y hasta una mano sosteniendo una varilla sobre la cual posa una abeja. ¿Más? Sí, sobre uno de los márgenes también está representando el reconocido arquitecto Clorindo Testa.
Los más surrealista de todo es que el nombre de la obra es en honor a las aves que tuvieron que incluirse para ocultar las partes íntimas del hombre que lleva en su mano la bocina de un fonógrafo.
4. El regreso de Quinquela – La Boca
Para dimensionar lo impactante de la obra con la que Alfredo Segatori homenajeó a Benito Quinquela Martin se pueden aportar varios datos. El primero es que esta obra mide 2000 m2, posicionándola así como el mural más grande de todo el mundo realizado por un solo artista. El segundo es que tamaño trabajo fue realizado con aerosol y a mano alzada. Y por último, que en 2019, fue declarado de Interés Cultural por la Legislatura porteña.
A lo largo del paisaje pintado por Segatori se pueden apreciar creaciones del propio Quinquela, como «Hombres trabajando», «Barco Hundido», el retrato del propio pintor y hasta de más de 50 vecinos del barrio de La Boca, quienes también ofrecieron la fachada de su casa para que la obra se siguiera expandiendo.
Las calles Pedro de Mendoza y San Antonio son las que acobijan una de los murales más imponentes de la Ciudad.
5. Maradona – San Cristóbal
El 30 de octubre de 2022, el artista Martín Ron eligió creer, dando a conocer al mundo el mural más grande de Diego Armando Maradona del que se tiene conocimiento hasta ahora.
Con casi 50 metros de alto por 40 metros de ancho, es imposible no verlo, sobre todo si se circula por la Avenida San Juan al 1600. Tremendo regalo de cumpleaños para el astro en el día que hubiera cumplido 62 años.
La escena representada no es cualquiera: el evidente enojo y fastidio del 10 al ver que el público italiano silbaba el himno argentino en la previa a la final del Mundial de Italia 90 quedó inmortalizada en la retina de millones de personas y ahora también en esta obra maestra.
Por Christian Ali Bravo