Los mejores cinco sitios donde pasear y disfrutar en Saladillo
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Al terminar la semana de trabajo podés tomar una de las mejores decisiones del mes: irte un finde al campo buscando silencios, comida rica y un lindo lugar donde sentarte frente al fuego a matear mientras termina de caer el sol.
Apenas tenés que moverte un par de horas desde la Capital, en la misma ruta que te lleva a Ezeiza, la 205, para encontrarte luego de manejar 180 km la próspera ciudad de Saladillo. Un pequeño gran lugar que te recibe diciendo “Mejor con Vos”. Saladillo, está ubicada en el centro norte bonaerense. Llegas, vas hasta la Plaza principal y recargas el termo. La máquina tiene cargadores solares que sirven para que turistas y locales puedan obtener agua caliente del dispenser para el mate y, de paso, recargar celulares. De ahí salís a caminar por la ciudad.
¿Cuáles son los cinco lugares que no te podés perder?
Uno de los parques más antiguos, inaugurado en 1930, te recibe con una arboleda única, creando un paisaje ideal que uno no se cansa de mirar. Es el de las Aguas Corrientes, donde todo está dispuesto para vivir un día al aire libre, relajarse y jugar.
Seguís caminando o agarras una bicicleta hacia el Cristo Redentor, cuya figura inmensa recibe a los visitantes que ingresan por la Ruta 51. Unos 5 kilómetros de árboles en galería hacen de esta caminata un lugar único y recomendable hasta que se llega a la figura del Cristo, una majestuosa imagen que, junto a su base, mide 8 metros de alto y fue adquirida en 1950 como recuerdo de la Santa Misión llevada adelante por el sacerdote Luis Kees. Allí, justo donde se pone el sol, es el lugar perfecto para elegir una más de las muchas postales.
De regreso en el centro, otra opción es el Museo Municipal que rememora gran parte de la historia local con numerosas piezas donadas. También guardan artesanías indígenas, restos fósiles de grandes mamíferos y todo lo referido a la fundación del pueblo.
La Iglesia fue inaugurada en 1927 y es uno de los edificios que cautiva a todos los turistas que llegan hasta la ciudad. Su interior despliega siete altares de mármol blanco, una escalera de hierro en forma de caracol que conduce al coro, pilares revestidos con ónix verde, vitraux de inigualable belleza que decoran las paredes, entre otros detalles que destacan la delicada arquitectura que adopta en el marco de la tradicional forma de cruz.
La ruralidad saladillense es uno de los tesoros mejor guardados. Cuenta con numerosas localidades que albergan historias de vida que devinieron tras años de esfuerzo en productores que hoy venden a todo el país. Uno de los ejemplos es Polvaredas, una localidad distante 27 kilómetros del casco urbano, digna de conocer. Allí Rubén Chablin, productor de nueces pecan, invita a los visitantes a recorrer y conocer su emprendimiento y el devenir de muchos miembros de su familia.
De regreso hay que ingresar en Cazón el “pueblo del millón de árboles” donde visitar el Vivero Municipal Eduardo L. Holmberg que es el más grande de la provincia de Buenos Aires. Cuenta con una superficie de 210 hectáreas, de las cuales 40 son de producción forestal y es el hábitat de miles de aves que encuentran ahí un hogar ideal, lo que vuelve a este espacio único en fauna y flora. Dentro del predio se encuentra la base de campamento, donde muchos van a recargar baterías, meditar y recuperar fuerzas por su campo energético. También en Cazón, previa reserva, hay propuestas que invitan a vivir un baño de bosque gastronómico en donde las plantas cobran protagonismo y la comida es una aventura en medio de un paisaje increíble.
Por lo general, los restaurantes y cantinas sirven típicos platos de la gastronomía bonaerense, así que, a prepararse para calmar el apetito con un vacío con papas fritas, una milanesa o esa empanada de carne cortada a cuchillo que te hace suspirar.
El interior bonaerense tiene ese beneficio de cercanía, de inmensa pampa sin fronteras que te va a alimentar el espíritu lo suficiente como para retornar a casa con más ganas de encarar lo cotidiano. Eso sí, no dudes de que una vez que vengas vas a querer volver y volver.
2023