Semana Santa en Tandil
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Durante el mes de abril, el clima es ideal para salir en familia, planificar paseos diferentes, disfrutar de la naturaleza y de la variedad de opciones que ofrece Tandil.
Semana Santa es la excusa perfecta para realizar una escapada y no hay mejor opción para vivir una gran experiencia que Tandil. Es una pausa mágica que ayuda a retomar fuerzas para continuar con lo cotidiano. La ciudad espera a sus visitas con parques de diversiones, una gastronomía exquisita, y un lago con historia y deportes acuáticos.
A los más de 30 sitios donde se encuentran las legendarias picadas tandilenses, se le suman los parques instalados en el corazón de las sierras. Algunos de ellos poseen aerosillas, otros facilitan la posibilidad de realizar escaladas con diferentes dificultades o hacer peregrinajes religiosos, pero hay dos puntos que todos tienen en común: historia y naturaleza.
Es importante destacar que cualquiera que sea el parque que visiten -Euca, Treeland, Valle del Picapedrero, Cerro Aventura, Cerro La Virgen, Horizonte Vertical o El Centinela- los niños van a encontrar un atractivo diferente en cada uno de ellos para pasar una jornada a pura diversión.
Para los deseen deleitarse con los sabores de Tandil, la localidad ofrece muchas alternativas de gastronomía a otro nivel. Asadores, sushi, brunch del mediodía, cantinas o platos fusión se suman a innumerable cantidad de cervecerías con productos locales y artesanales.
La novedad es el nuevo impulso que se está brindando a las propuestas de los pueblos rurales. Entre los más destacados Gardey y Fulton, donde los viajeros pueden disfrutar del tiempo lento de la siesta, las comidas caseras, el mercado en la plaza o muchas otras opciones que están comenzando a desarrollarse con el apoyo de públicos y privados.
Hay dos ítems fundamentales que no deben faltar en un buen recorrido por la ciudad: la colaboración de alguno de sus guías profesionales que trabajan con grupos, con viajeros individuales; y el alojamiento, el cual se caracteriza por estar en contacto con la naturaleza y por la atención personalizada de sus dueños.
Con el paso del tiempo, se fueron perfeccionando las propuestas de servicios, incluyendo piscinas climatizadas, spa, desayunos artesanales, terapias alternativas, gastronomía, admisión de mascotas y accesibilidad. La idea de tener una estadía “como si estuvieras en casa” da un valor agregado a la visita, ya que los complejos suelen estar anclados en paisajes únicos, pero siempre con muy fácil acceso a todas las alternativas de paseos y recorridos para que los turistas logren de disfrutar de las mejores vacaciones.