Por qué TANDIL se convirtió en la MECA nacional de la producción de QUESO
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Alumnos de la Secundaria Agraria No1 Dr. Ramón Santamarina crearon el “Mejor Queso del país”. Combinando antiguas recetas con nuevas tecnologías, su propia versión del tradicional Queso Banquete logró maravillar a propios y ajenos.
Los encantos turísticos de Tandil son indiscutibles, pero es verdad también que muchos visitantes lo eligen como destino para deleitar el paladar. Es un hecho: estas tierras han sabido ganarse el reconocimiento gracias a la calidad y el sabor inconfundible de sus quesos.
Lo sucedido recientemente en el Concurso “Experiencias del Sabor”, realizado en el marco de la ya tradicional feria gastronómica Caminos y Sabores, lo reafirma. Y lo convierte en una verdadera escuela de sabores, sobre todo teniendo en cuenta a las personas que fueron responsables de crear el elegido por los jueces como el “Mejor Queso del País”.
Del aula al podio
La Escuela de Educación Secundaria Agraria No1 “Dr. Ramón Santamarina”, ubicada en uno de los márgenes de la Ruta 30 en Tandil, es el lugar donde se empezó a gestar esta historia. Y fue muchos años atrás, puntualmente en 1923, cuando la familia del Dr. Santamarina donó el predio para que allí se creara una escuela práctica de ganadería y agricultura.
Acá, entre otras cosas, fue donde nació el queso Banquete, producto insignia de Tandil. Y cien años después, fueron sus alumnos los que crearon una versión de este queso, fusionando las recetas de antaño con la intervención de las nuevas tecnologías. ¿El resultado? El mejor queso del país, tal como lo decidieron los jurados del concurso. Así, mejoraron la medalla de bronce obtenida en la decimosegunda edición de la Cata de Quesos, en 2019.
“Siempre es un orgullo para los que trabajamos en la fábrica, porque hay más de una persona involucrada en este premio… Desde el que le da de comer a los animales, pasando por los que ordeñan las vacas, nosotros en la fábrica como último, y tal vez más visible, eslabón de la producción. Y también la Cooperadora de la escuela, que gestiona los insumos necesarios”, asegura Pablo Madsen, Maestro de Sección de Fábrica de Lácteos, es decir, el profesor a cargo de los alumnos, y de otros profesores que asisten a la fábrica a realizar prácticas.
Y explica el secreto del proceso: “Enzo, Franco y Ramiro, empleados de la Cooperadora, son los pilares de la elaboración. Con los alumnos colaboramos con ellos en el moldeo, prensado, lavado, pintado… El obtener un premio lo hace doblemente importante, porque se está enseñando a futuros posibles maestros queseros, y a su vez no se pierde de vista la calidad”.
Un verdadero banquete
Una textura cremosa y un sabor diferencial son las características del queso Banquete, que nació de la necesidad. Durante 1930, el danés Christian Lauridsen elaboraba un queso cheddar que luego se exportaba a Inglaterra y era muy costoso para el mercado local, por lo cual tuvo que crear un queso más económico. Una creación que marcaría a fuego a Tandil y a la Escuela en sí. “Cada eslabón de toda la producción contribuye a que el producto obtenido sea pura y exclusivamente de nuestra escuela”, afirma Madsen.
Ad Astra per aspera es el lema de la Escuela. ¿Su traducción al castellano? “A través del esfuerzo, el triunfo”. Un queso producto de las manos de sus alumnos confirma que Tandil seguirá manteniendo la calidad de su tradición a través de las próximas generaciones. “El queso Banquete es sinónimo de calidad. Nosotros lo elaboramos desde hace mucho tiempo pero hace un par de años muchas fábricas empezaron a producirlo, dándole así mayor peso al renombre de este queso. Ojalá se logre la identificación geográfica para que sea un producto 100% de los tandilenses”, cierra uno de los responsables del mejor queso del país.