Turismo Cultural – Legado judío
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La provincia de Santa Fe es el hogar de los ancestros que mantienen vivas las costumbres de los primeros colonos judíos.
A 520 kilómetros de Buenos Aires y a 177 de la capital santafesina, está ubicado el pequeño pueblo de Moisés Ville. Allí, desde hace 130 años, se practica la tolerancia y la convivencia respetuosa entre las diferentes comunidades.
Esta localidad es el primer eslabón de la corriente inmigratoria de origen judío en nuestro país. Una región que guarda un sinfín de historias que dan testimonio de cómo fue la vida de esas primeras familias, quienes a través de la fe, las tradiciones y la vida rural crearon su propio mundo cultural.
El hogar del judaísmo argentino
En 1889 llegaron a Argentina 136 familias que emigraron de la Rusia zarista para establecerse como agricultores. Antes de iniciar su viaje transoceánico, firmaron un acuerdo para colonizar los campos del terrateniente Rafael Hernández -hermano de José Hernandez, famoso escritor del Martin Fierro-. Sin embargo, el vendedor nunca apareció para hacer la entrega de las tierras, debido a que en esa época hubo un aumento de los precios en la propiedad rural y el propietario decidió anular el contrato sin previo aviso.
Varados en la calle y sin tener donde ir, tuvieron que pedir amparo al gobierno de Buenos Aires, el cual los ayudó brindándoles asilo en el Hotel de Inmigrantes. Luego de un tiempo lograron restablecerse y compraron 10 hectáreas de tierra por familia en la provincia de Santa Fe. Pero al llegar, descubrieron que habían sido estafados por segunda vez, ya que allí solo había una estación de trenes abandonada.
Al no encontrar otra solución, se alojaron provisoriamente en el galpón ferroviario de la Estación Palacios, quedando a merced del hambre y las enfermedades que se llevaron la vida de más de 60 niños y provocaron la dispersión de varios miembros del grupo, quienes se dirigieron a otras colonias de La Pampa o regresaron a Europa.
Sin embargo, más de cuarenta familias permanecieron fuertes y lograron ser reubicadas a quince kilómetros al este, en una colonia a la que denominaron Kiriat Mosh o Moisés Ville, como lo conocemos hoy en día.
La Jerusalem argentina
La historia de Moisés Ville se centra en su carácter fundacional. Fue la primera colonia agrícola judía que se arraigó en nuestro país y que sigue vigente.
Los primeros cinco mil judíos que habitaron la zona durante la primera mitad del siglo XX conformaron una comunidad étnica en medio de la pronvincia: construyeron sinagogas, bibliotecas, escuelas judías y recrearon las expresiones culturales de su país de origen. Incluso, en las calles se escuchaba hablar más idish que castellano.
Las instituciones relevantes que se construyeron en el pueblo y que en la actualidad son de gran atractivo turístico son: las sinagogas Barón Hirsch, Brener y Obrera; el Cementerio Israelit, la Biblioteca Popular Barón Hirsch, el Teatro Kadima, la Escuela Hebrea Iahaduth y el Museo Histórico Comunal y de la Colonización Judía Rabino Aarón Halevi Goldman, donde se cuenta toda la historia del sitio en forma detallada mediante una muestra permanente.
Gracias a su importancia histórica, en 1999 fue declarado patrimonio histórico de la Nación, y la sinagoga de Brener como monumento histórico. En actualidad, la escuela Iahadut, el cementerio, la sinagoga Barón Hirsch y la biblioteca del mismo nombre siguen funcionando, ya que aún vive una pequeña comunidad de más de doscientas personas que mantienen las tradiciones y la memoria de los primeros inmigrantes.